Despertar tarde porque no escuchas la alarma, salir corriendo, sin gota de maquillaje y peinado tu cabello con los dedos para ahorrar algo de tiempo. Detenerte a pedir un café "calle", bien caliente, para despertar. Encontrar que en lugar de ello el chico que te atiende venga sonriendo y te diga... "Pienso que debes sentarte a disfrutar del café. Va por la casa." Entregándote una taza de café capuchino decorado con una barita de canela. Esto me hace sentir como... ¡OMG, today is my day!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.