lunes, 21 de noviembre de 2016

Despertar tarde porque no escuchas la alarma, salir corriendo, sin gota de maquillaje y peinado tu cabello con  los dedos para ahorrar algo de tiempo. Detenerte a pedir un café "calle", bien caliente, para despertar. Encontrar que en lugar de ello el chico que te atiende venga sonriendo y te diga... "Pienso que debes sentarte a disfrutar del café. Va por la casa." Entregándote una taza de café capuchino decorado con una barita de canela. Esto me hace sentir como... ¡OMG, today is my day!

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