Hoy
es uno de esos días donde las palabras se amontonan en mi cerebro sin
encontrar salida. Se mezclan con mis sentimientos, se provocan, se
empujan y estrujan fuertemente unas con otras… Tan solo queriéndose
mezclar para formar frases que deben ser dichas… Y al final, cuando
consigues exactamente lo que quieres decir, te das cuenta que las
oraciones han perdido su significado. ¿Qué hacer entonces, no decir
nada? ¿Dejar que las palabras queden flotando en el aire… en el mar de
nunca jamás? ¡JODER! Que dice mi abuela que no todo debe pensarse con el
cerebro… Que hay un músculo que no tiene neuronas y también hay que
hacerle caso de vez en cuando… Sabiduría de viejos, como te amo abuela
(Suspiro).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.