jueves, 24 de julio de 2014

Anoche...



Necesitaba  salir de casa, respirar otro aire,  estar entre desconocidos  donde mi figura diminuta se perdiera entre la gente… Tomo mi celular y hago algunas llamadas, al final una amiga disponible… Maquillaje, vestido corto, tacones y lista. Decidimos ir a tomar algunos tragos y mover un poco el esqueleto. Es  miércoles, pero la vida nocturna no discrimina en esta época del año donde la mayoría de las personas disfrutan sus vacaciones.

Llegamos al lugar pasadas las 11:00 de la noche, aun no estaba lleno, nos conducimos a la barra donde había una silla disponible y otro chico cedió la de él mostrando su caballerosidad y coqueteando con mi amiga, a lo que ella no  mostro disgusto.  Yo procedo a  pedir un trago al bartender, cuando escucho entre el sonido de la música una voz  que susurra cerca de mi oído “¿bailas?”… Me volteo y luego de escanear  rápidamente al chico, digo que sí mientras entrego el dinero del trago a mi amiga para que lo pague al ser servido.

Me sentí algo extraña que me tomara de la mano para conducirme a la pista, no acostumbro a ir a estos lugares sin pareja o un grupo de amigos. Eso de bailar con desconocidos nunca me ha llamado la atención, pero la música del  Dj invitaba a bailar…

Transcurrieron las horas acercándo más el amanecer.  Me dolían los pies, pero me había divertido mucho hasta el momento. Decido tomarme un descanso y me muevo a un lugar para sentarme, mientras le digo a mi amiga ‘estaré por allá, no te pierdas”. Comienzo a disfrutar de la comodidad que me proporciona estar sentada descansando mis pies y me percato que un chico se acerca en dirección donde estoy. Un chico al que no había notado en toda la noche…

Él_ ¿Aún tienes fuerzas para bailar? (sonriendo y extendiendo su mano).
Yo_ Oooh (carita de pena), te juro que me duelen los pies, me disculpas?(sonrisa)
Él_ No he bailado en toda la noche, la he pasado observándote,  te disculpo si me permites quedarme un momento  conversando contigo.

El chico lucia de algunos 30 a 33 años, buena presencia, vestido impecable y me pareció cortés…

Yo_ Claro, siéntate.

Así comienza la conversación con un completo desconocido apenas la 1:30 de la madrugada. Tengo que decir que la conversación fue muy amena, el tiempo paso volando en el diminuto espacio que ocupaban nuestras sillas… Tic Tac, Tic Tac... y el mundo se confabula de alguna manera para que las cosas sucedan  y como un arma letal, sin preguntarte si quieres, sin advertirte cuándo, salen las palabras de su boca…

“Tú me encantas aunque no lo sepas.  Me quede clavado a primera vista desde que te vi y tengo que confesarte que te robaría un beso, pero quedaría desterrado para siempre, o no?

Yo_ Mirándolo fijo a los ojos_ Sí, tú lo has dicho.

En ese momento en que quedan pronunciadas las palabras, corre un cosquilleo por mi estómago que no entiendo el porqué. Definitivamente el mundo se confabula contra mí, presentándose espontáneamente y observándome desde el espejo retrovisor…Esperando que haya un feedback de mi parte a lo que ella me presenta. Pues entiende "Destino",  que en estos momentos no estoy  preparada, ni quiero…

Llega la hora de irnos…

Él_ Me das tu número,no me gustaría peder contacto contigo. Eres encantadora y me gustaría invitarte a cenar.
Yo_ Claro, (787) _ _ _ -_ y 3 números falsos.

Destino, dejame decirte que solo quería salir a divertirme, no la posibilidad de una noche de sexo ardiente o conocer a un príncipe azul.

Y así lo perfecto, es un perfecto desastre…pero me divertí (sonrisa).
                                                                                                                                Gely C.

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