Necesitaba salir de
casa, respirar otro aire, estar entre desconocidos
donde mi figura diminuta se perdiera
entre la gente… Tomo mi celular y hago algunas llamadas, al final una amiga
disponible… Maquillaje, vestido corto, tacones y lista. Decidimos ir a tomar
algunos tragos y mover un poco el esqueleto. Es miércoles, pero la vida nocturna no discrimina
en esta época del año donde la mayoría de las personas disfrutan sus
vacaciones.
Llegamos al lugar pasadas las 11:00 de la noche, aun no
estaba lleno, nos conducimos a la barra donde había una silla
disponible y otro chico cedió la de él mostrando su caballerosidad y
coqueteando con mi amiga, a lo que ella no mostro disgusto. Yo procedo a
pedir un trago al bartender, cuando escucho entre el sonido de la música
una voz que susurra cerca de mi oído “¿bailas?”… Me
volteo y luego de escanear rápidamente al chico, digo que sí mientras entrego el
dinero del trago a mi amiga para que lo pague al ser servido.
Me sentí algo extraña
que me tomara de la mano para conducirme a la pista, no acostumbro a ir a estos lugares sin pareja o un grupo de amigos. Eso de bailar con desconocidos nunca me
ha llamado la atención, pero la música del Dj invitaba a bailar…
Transcurrieron las horas acercándo más el amanecer. Me dolían los pies, pero me había divertido
mucho hasta el momento. Decido tomarme un descanso y me muevo a un lugar para
sentarme, mientras le digo a mi amiga ‘estaré por allá, no te pierdas”. Comienzo a disfrutar de la comodidad que me proporciona estar sentada descansando mis pies y me percato
que un chico se acerca en dirección donde estoy. Un chico al que no había notado en toda la noche…
Él_ ¿Aún tienes fuerzas para bailar? (sonriendo y extendiendo
su mano).
Yo_ Oooh (carita de pena), te juro que me duelen los pies,
me disculpas?(sonrisa)
Él_ No he bailado en toda la noche, la he pasado observándote,
te disculpo si me permites quedarme un
momento conversando contigo.
El chico lucia de algunos 30 a 33 años, buena presencia,
vestido impecable y me pareció cortés…
Yo_ Claro, siéntate.
Así comienza la conversación con un completo desconocido
apenas la 1:30 de la madrugada. Tengo que decir que la conversación fue muy
amena, el tiempo paso volando en el diminuto espacio que ocupaban nuestras sillas…
Tic Tac, Tic Tac... y el mundo se confabula de
alguna manera para que las cosas sucedan
y como un arma letal, sin preguntarte si quieres, sin advertirte cuándo,
salen las palabras de su boca…
“Tú me encantas aunque no lo sepas. Me quede clavado a primera vista desde que te
vi y tengo que confesarte que te robaría un beso, pero quedaría desterrado para
siempre, o no?
Yo_ Mirándolo fijo a los ojos_ Sí, tú lo has dicho.
En ese momento en que quedan pronunciadas las palabras,
corre un cosquilleo por mi estómago que no entiendo el porqué. Definitivamente
el mundo se confabula contra mí, presentándose espontáneamente y observándome desde
el espejo retrovisor…Esperando que haya un feedback de mi parte a lo que ella me presenta. Pues entiende "Destino", que en estos momentos no
estoy preparada, ni quiero…
Llega la hora de irnos…
Él_ Me das tu número,no me gustaría peder contacto contigo. Eres encantadora y me gustaría invitarte a cenar.
Yo_ Claro, (787) _ _ _ -_ y 3 números falsos.
Destino, dejame decirte que solo quería salir a divertirme, no la posibilidad de
una noche de sexo ardiente o conocer a un príncipe azul.
Y así lo perfecto, es un perfecto desastre…pero me divertí (sonrisa).
Gely C.
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