domingo, 24 de agosto de 2014

鉄板焼き



7:30 pm, cita con mamá para cenar  en un restaurante japonés. No me llama la atención este tipo de comida, pero quería complacerla así que nos dirigimos al lugar seleccionado por ella.  Al llegar decidimos participar de la mesa teppanyaki  para tener la oportunidad de disfrutar del espectáculo gastronómico antes de degustar la comida japonesa. Cuando hemos estado en otras ocasiones la familia llena una mesa completa, pero esta vez compartimos la misma con una pareja de novios que se casaran en tres semanas, y un caballero de algunos 60 años con sus 2 hijos muy agradables (una chica de 18 años y un chico de 24 años). 

La noche transcurre entre una amena conversación y el disfrute de ver cómo nuestra comida era preparada de principio a fin por un chef ataviado con su atuendo especial y el característico pañuelo en la cabeza, elaborando todos los ingredientes  moviendo las herramientas de  forma acrobática como un verdadero artista.



 El sake de arroz casero, dulce y digestivo servido en las típicas cazuelas de porcelana no podía faltar como sorpresa de la casa. De aperitivo un surtido de sushi, sashimi de atún y langostinos. Esto seguido de una sopa de cebollas japonesas y una rica ensalada con aderezo de jengibre.  A los pocos minutos, ya tenemos listo un completo plato de arroz,  fideos, verduras que vas  consumiendo mientras  el ingrediente principal elegido que es Kobe, langosta, pollo, pato, etc. es preparado. Para ser sincera, lo único que se hace es probar un poco de cada plato porque no hay manera de comer tanto! Ya para finalizar un helado de té verde intenso y refrescante marca la hora de pagar y despedirnos, no sin antes intercambiar números telefónicos y desearle a la pareja una larga y feliz vida juntos.

De regreso a casa bajo la intensa lluvia mamá y yo nos dedicamos a conversar de muchas cosas relacionadas con ella y conmigo. Conversación que terminamos sentadas en la mesa del desayunador con luz tenue, vino tinto y música a un volumen bajo de los 80.  Nuestra cita terminó a eso de las 2:25 am, hora en que ella decide irse a dormir y yo decido conectar a Skype y  Secondlife en lo que me da un poco de sueño.

La cita de anoche… fue de mis mejores con ella.
Te amo mamá.

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