domingo, 8 de marzo de 2015

Pikito

Viernes en la noche decidí salir con unos amigos que fueron a buscarme para ir a tomar unos tragos y escuchar algo de música  en uno de los bares de la capital de mi país. Pasadas las 12:00 de la media noche decidimos cambiar de lugar y fuimos a parar a  nuestro lugar favorito cuando andamos pasados de tragos y tenemos muchas ganas de cantar... Si, en un karaoke.  

Al llegar nos encontramos con otro grupo de amigos de la Uni,  donde por cosas del destino se encontraba mi ex novio. Nos unimos al grupo luego de saludarnos con besos y abrazos y continuamos pasándola bien. En el resto de la noche intente permanecer al extremo contrario de mi ex (ya que sabía que se había dejado de su novia),  e intente evitarlo lo más que pude sin que fuera obvio que me sentía algo incomoda con su presencia.

Llego su turno de cantar,  me doy cuenta cuando escucho al micrófono que dedica la canción que cantara a la mujer de su vida,  diciendo mi nombre con apellido... OMG! No se hace tardar el barullo de gritos y aplausos que ocasionan mi bonche de amigos (o debo decir... enemigos),  haciendo obvio que me encontraba en ese lugar.  

Ni siquiera puedo recordar la canción que canto, solo la gritería de la gente pidiendo "Que se besen, que se besen", al finalizar la canción. A tanta insistencia y los chicos casi empujándome a la tarima, subí y le di un beso en la mejilla.  La cabeza me daba vueltas y quería bajar  más rápido de lo que me obligaron a subir, pero todos abucheaban el beso que le había dado y él sonreía con su cara de  lechuga fresca de supermercado.  Luego de analizar rápidamente la situación y en vista  de que sería imposible bajar de la tarima  y si permanecía ahí me iba a desvanecer... voltee y le di un beso de piquito  bajando  lo más rápido que pude. Al llegar a la mesa todos reían

como "el gran chiste de la madrugada", así que solo se me ocurrió pedir un shot de tequila con sal y limón intentando borrar la sensación  de sus labios, aunque la imagen de su cara de felicidad  no se borraría con un solo shot. Agradecí en ese momento que dos de las chicas se marchaban y me dieron un aventón a mi casa.

Hoy domingo pensando que mañana lo encontrare en los pasillos, la cafetería, la biblioteca o en algún otro lugar  de la Universidad  y estará con su sonrisa de anuncio de pasta dental, podre hacerme la que tengo Alzheimer y echarle la culpa al alcohol...

  y  claro, también a mis maléficos amigos...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.