Viernes en la noche decidí salir con unos amigos que fueron a buscarme para ir a tomar unos tragos y escuchar algo de música en uno de los bares de la capital de mi país. Pasadas las 12:00 de la media noche decidimos cambiar de lugar y fuimos a parar a nuestro lugar favorito cuando andamos pasados de tragos y tenemos muchas ganas de cantar... Si, en un karaoke.
Al llegar nos encontramos con otro grupo de amigos de la Uni, donde
por cosas del destino se encontraba mi ex novio. Nos unimos al grupo luego de
saludarnos con besos y abrazos y continuamos pasándola bien. En el resto de la
noche intente permanecer al extremo contrario de mi ex (ya que sabía que se
había dejado de su novia), e intente evitarlo lo más que pude sin que
fuera obvio que me sentía algo incomoda con su presencia.
Llego su turno de cantar, me doy cuenta cuando escucho al micrófono
que dedica la canción que cantara a la mujer de su vida, diciendo mi
nombre con apellido... OMG! No se hace tardar el barullo de gritos y aplausos que
ocasionan mi bonche de amigos (o debo decir... enemigos), haciendo obvio
que me encontraba en ese lugar.
Ni siquiera puedo recordar la canción que canto, solo la gritería de la
gente pidiendo "Que se besen, que se besen", al finalizar la canción. A tanta insistencia y los
chicos casi empujándome a la tarima, subí y le di un beso en la mejilla.
La cabeza me daba vueltas y quería bajar más rápido de lo que me
obligaron a subir, pero todos abucheaban el beso que le había dado y él sonreía
con su cara de lechuga fresca de supermercado. Luego de analizar
rápidamente la situación y en vista de que sería imposible bajar de la
tarima y si permanecía ahí me iba a desvanecer... voltee y le di un beso de piquito bajando lo más rápido que
pude. Al llegar a la mesa todos reían
como "el gran chiste de la
madrugada", así que solo se me ocurrió pedir un shot de tequila con sal y
limón intentando borrar la sensación de sus labios, aunque la imagen de su cara de
felicidad no se borraría con un solo shot. Agradecí en ese momento que dos de las chicas se marchaban y me dieron un aventón
a mi casa.
Hoy domingo pensando que mañana lo encontrare en los pasillos, la cafetería,
la biblioteca o en algún otro lugar de la Universidad y estará con su sonrisa de anuncio de pasta
dental, podre hacerme la que tengo Alzheimer
y echarle la culpa al alcohol...
y claro, también a mis maléficos amigos...
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