By Suzanne Woolcott
De pequeña, luego de una lluvia seguida de un sol
radiante, salía al patio trasero de mi casa a buscar en el cielo donde se había
formado un arcoíris. Me queda mirando largo tiempo sus colores y divagaba
acerca de lo que se encontraría al final de el si me escapaba de mi casa y
me aventuraba a buscar donde terminaba el mismo. Un día le pregunte a mi
abuela...
Niña_ ¿Al final
del arcoíris qué hay abuela?
Abuela_ Cuenta una leyenda de origen Irlandés,
que al final del arcoíris puedes encontrar una olla llena de monedas de oro
custodiada por un duende, si puedes decir su nombre sin equivocarte el
tesoro será tuyo y con ello toda la felicidad del mundo, sino lo sabes,
desaparecerá con el y quedaras muy triste para siempre.
Niña_ ¿Entonces
para ser feliz solo debemos encontrar ese tesoro?
Abuela_ Mi niña eso solo es una leyenda, la
felicidad no estriba en lo material, la felicidad se encuentra en como
decidimos vivir nuestras vidas y con quien. La vida misma es como una
gama intensa de colores, de ti depende de que colores quieras vestir tu vida.
Así que escoge sabiamente, saca cuenta de tus dones, analizas actitudes y
recorre tu camino sin dudas... Vive tus días con agradecimiento, ayudando al
prójimo, con una sonrisa siempre, pues ella abre las puertas del alma y llena
de alegría al corazón.
Solo recuerda cada vez que mires un arcoíris,
que los momentos que vivimos y compartimos, sean grandes o pequeños momentos,
de eso se compone el secreto de la felicidad.
Gely C.
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