Se dirigió a la puerta con un vestido blanco que transparenta levemente su silueta, su espalda a la intemperie era cubierta por su cabello largo y sedoso. Abrió la puerta y ahí estaba él con su mirada cautivadora y una gran sonrisa dibujada en su rostro. Se acercó a su boca y le beso en los labios suavemente mientras la rodeaba por su cintura...
_ ¡Hola, estas hermosa!_ Susurro él cerca de su oído.
_¡Gracias amor!_ Comento ella algo sonreída mientras lo tomaba de la mano y lo llevaba al salón comedor.
_ Ponte cómodo, ahora sirvo la cena, espero sea de tu agrado. Hay cava frío junto a la mesa, sirve dos copas por favor._ Dijo ella mientras caminaba hacia la cocina y él quedaba observando su silueta perderse entre las paredes de cemento que obstaculizaban su visión.
De fondo, música suave se escuchaba...
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